Benedetti nació el 14 de septiembre de 1920 en Paso de los Toros, una pequeña ciudad del departamento de Tacuarembó. Luego de un paso breve pero importante en la administración de la Contaduría General de la Nación uruguaya, comenzó a incursionar en el periodismo. Así, en 1945 integró la redacción de Marcha, un semanario dedicado al análisis político y a la cultura, clasurado en 1974 por el entonces dictador uruguayo Juan María Bordaberry. Antes, también estuvo a cargo de la revista de Marginaria y de Número, una de las publicaciones de literatura más destacadas.En 1949 aparecen sus poemas en Sólo mientras tanto, pero para la edición de su primer novela tardaría un poco más. Quien de nosotros fue publicada en 1953 y marcó el inicio de una enorme trayectoria intelectual, que lo llevó a transgredir los límites de la música, la poesía, la narrativa y los ensayos. Sin embargo, su exposición internacional recién vendría en 1960, con la novela La Tregua, quizá su obra más reconocida junto a Gracias por el fuego y la trilogía de poemas Inventario. Defensor de los derechos humanos y perseguido por la dictadura militar que se instauró en Uruguay en 1973, Benedetti tuvo que abandonar su país durante 12 años. En ese lapso vivió en Argentina, Perú, Cuba y España y publicó Pedro y el capitán (1979) y los poemas de Viento del exilio (1981).Actualmente trabajaba en un nuevo libro de poesía cuyo nombre provisional es Biografía para encontrarme. Su última obra Testigo de uno mismo, fue publicada el año pasado.La muerte de su mujer en 2006 fue un duro golpe para este prolífico intelectual, quien en ese momento aseguró que la escritura era su manera de sobrellevar la pérdida.
Recuerdo haber escuchado en alguna que otra entrevista, que comenzo a escribir en la Plaza San Martín en Buenos Aires, a la cual consideraba un símbolo. Influenciado por cantidad de escritores, pero principalmente por Valdomero Fernandez Moreno (a quien no conoció), se inició en el mundo de la escritura mediante las poesías.
Fragmento de "Palabras verdaderas", Homenaje a Mario Benedetti
Seguramente sus palabras seguirán resonando en nuestros corazones, y dejarán en claro que Benedetti nunca partió.
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